La propuesta legislativa tiene como finalidad que el Estado alcance mayores niveles de eficacia y eficiencia, preste efectivamente servicios de calidad mediante un mejor servicio civil, y promueva el desarrollo de las personas que lo integran.
En ese contexto, se plantea como principios rectores: mérito, instrumentalidad del servicio civil, transparencia, ingreso reglado, igualdad de oportunidades, eficacia, provisión presupuestaria y sostenibilidad de las finanzas del Estado. Asimismo, la especialidad normativa, legalidad, imparcialidad, probidad, ética pública, rendición de cuentas y preservación de la continuidad de las políticas del Estado.
Régimen único y exclusivo
Se regula el servicio civil como régimen único y exclusivo de las personas que prestan servicios subordinados en las entidades estatales, así como aquellas que están encargadas de su gestión, el ejercicio de sus potestades y la prestación de servicios a cargo de aquel.
Los servidores civiles son clasificados en funcionarios públicos, directivos públicos, servidores civiles de carrera y servidores de actividades complementarias.
A juicio del especialista en derecho del trabajo, Jorge Toyama, el inmediato debate y aprobación de este proyecto es necesaria y factible.
"Luego de más de 30 años, el Perú necesita una reforma civil integral, estructural, que ataque los reales problemas que tiene el servicio público hoy, que no premia el talento ni tiene meritocracia y que por ende resulta poco atractivo para muchos universitarios y profesionales", explicó.
Principales bondades
En su opinión, la principal bondad de esta iniciativa es la apuesta por el talento, por promover su atracción y retención, lo que significa buscar que solo mediante la meritocracia las personas ingresen y permanezcan en el Estado, lo cual, a su vez, se genera mediante los concursos públicos, pues toda persona debe entrar por concurso público.
"Se prevé un período de prueba mínimo, además, aquellos que tienen un desempeño notable van a poder tener un aumento de sueldo, acceder a capacitaciones y tener preferencias en las rotaciones", detalló.
También sostuvo que se prevé mecanismos para aquellos que luego de un comprobado y reiterado bajo desempeño puedan salirse del Estado. "Si tenemos a los mejores trabajadores contentos y con talento, pues todos vamos a salir beneficiados, lo que no ocurre hoy lamentablemente, pues el talento en el Estado es escaso", aseveró.
En su opinión, el sector público no debe temer la aprobación de este proyecto, pese a que algunas organizaciones o trabajadores están diciendo que una norma como la que se propone generará despidos masivos, pues no está planteada en ninguna parte de esta reforma una visión parecida a ese escenario.
"Se debe buscar más bien que los trabajadores públicos vean este proyecto como una oportunidad para mejorar y crecer si se está trabajando bien", refirió.
En efecto, el Poder Ejecutivo, con el proyecto de ley para regular el nuevo régimen del servicio civil, espera mejorar la situación de casi 500 mil trabajadores públicos.
Observaciones
En opinión de Herrera, es positivo otorgar a los contratados bajo el régimen CAS la posibilidad de incorporarse a la planilla del Estado en la medida que concursen públicamente a plazas vacantes.
Sin embargo, mostró sus reparos en la eventualidad de mantener un régimen especial para obreros municipales y de eliminar toda posibilidad de negociar colectivamente mejoras remunerativas en la administración pública central, regional o municipal.
"Si tenemos a los mejores trabajadores públicos contentos y con talento, todos vamos a salir beneficiados", expresó Toyama."
Esfuerzo loable
El laboralista Ricardo Herrera calificó como loable el esfuerzo del Poder Ejecutivo y de Servir de presentar la propuesta legislativa que, a su juicio, trae consigo una reforma estructural en el servicio civil, cuya idea fuerza se resume en meritocracia.
Considera positivo también que sean los trabajadores los que decidan si pasan o no al nuevo régimen, teniendo en cuenta que con dicho cambio todo ascenso, incremento y hasta una posible desvinculación dependerá de su rendimiento en el cargo.
"Eso me parece muy positivo de cara a fomentar la meritocracia y romper esa inamovilidad salarial que lamentablemente ha desmotivado a muchos trabajadores capaces en el Estado, que se quedan por mística vocación", recalcó.
Oportunidad
En opinión de Herrera, para el Congreso es un reto aprobar este proyecto de ley y a la vez una oportunidad para que mejore su imagen, considerando que éste podría ser la iniciativa más importante del año.
"Si bien es cierto se ejecutará en siete años según el mismo proyecto, lo bueno es que establece en materia salarial la posibilidad de mejora y además convierte todo el ingreso en remuneración, que es un tema álgido", aseveró.
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